Tienda de artículos fotográficos

Limpieza de cámara

Cómo limpiar el exterior de la cámara y la lente

En la mochila o maleta del equipo fotográfico es recomendable llevar una perilla manual de limpieza y un cepillo pequeño para quitar el polvo del equipo. Hay de tener especial cuidado con limpiar el equipo en determinados entornos, ya que la arena o el polvo pueden llegar a rayar la lente.

Primero hay que utilizar la perilla para eliminar el polvo más evidente y después pasar una toallita húmeda para finalizar la limpieza. Si después de este proceso la suciedad persiste, conviene quitarla con un cepillo suave. 

Si la cámara no tiene demasiada suciedad, la perilla soplador y un paño seco serán suficientes para limpiar la montura de la lente. En el caso del cuerpo de cámara, las cámaras réflex suelen tener menos problemas con la suciedad, ya que el espejo protege algo más al sensor y no hay problemas para limpiar la montura con los pines de contacto. Pero en los modelos mirrorless, sin espejo, al tener el sensor al descubierto, la situación empeora, aunque ya hay modelos que protegen el sensor por medio de una cortinilla (cuando la cámara está apagada) que evita la entrada de suciedad y facilita la limpieza.


Fotografía en Entornos polvorientos o lluviosos

Si se está de viaje en un entorno lejano o apartado, en un lugar donde abunda el polvo y la suciedad, y no se dispone de toallitas húmedas específicas de limpieza de lentes, lo primero que hay que hacer es eliminar el polvo de la superficie de la lente con un soplador y, si está especialmente sucia, humedecer un paño suave y limpiar bien el cristal de la lente con un movimiento circular desde el centro del objetivo. En ningún caso se debe pasar un trapo de limpieza de lentes en seco en una lente llena de polvo, ya que esto puede dañar el material.

Después de quitar el polvo se debe pasar la gamuza seca y, de esta manera, el equipo quedará perfecto. Para limpiar el cuerpo de la cámara conviene repetir el mismo método, siempre con la tapa del cuerpo puesta o con el objetivo montado para que no entre suciedad dentro de la cámara. 

Si ha estado lloviendo, nevando o hay gran una cantidad de arena, lo mejor es soplar la botonería con una perilla o un bote de aire comprimido, para que no queden residuos de agua o arena, siempre con la tapa del cuerpo de cámara puesta para que no entre polvo dentro.


La limpieza del sensor

En cuanto a la limpieza del sensor, lo más recomendable es llevarlo a un servicio técnico oficial. Lo ideal sería limpiarlo de 2 a 3 veces al año o al regreso de un largo viaje (más si ha sido con mucho polvo). Cuando en aperturas como f/11 o f/22 se vean motas evidentes, habría que llevarlo a limpiar. En ocasiones, los sistemas de limpieza ultrasónico de las cámaras pueden quitar esa suciedad, pero no siempre lo consiguen, por ello el mejor consejo es acudir a profesionales especializados, ya que cada vez los sensores son más sensibles y delicados.

Hoy en día las cámaras vienen bastante selladas, sobre todo las de alta gama. Hay que mirar las especificaciones de la cámara para ver qué sellado tiene la que estamos usando y saber así hasta dónde puede llegar.

Durante el invierno, si se fotografía en exteriores y el equipo se moja, es importante secarlo bien al llegar al hotel o a casa. Como mínimo, hay que abrir la maleta o la mochila para evitar que el agua se condense y que la humedad dañe el equipo, aunque lo mejor sería sacar todo el equipo para que se seque.


Lugares de la cámara que suelen quedar sin limpiar

Las nuevas cámaras mirrorless llevan una célula cerca del visor que detecta cuándo se encara la cámara y se apaga la pantalla. Hay que limpiarla bien con un bastoncillo. También la botonería y las rendijas que hay entre los botones, pero con un trapo fino de algodón que no suelte partículas. La montura y las ranuras de las tarjetas también conviene limpiarlas con una bayeta de microfibra.

En ocasiones, la zapata del flash da error y hay que limpiarla. Conviene llevar siempre alcohol en un spray pequeño para limpiarla con un cepillo pequeño (puede ser un cepillo de dientes usado para este fin) y el alcohol. Evitará esos mensajes de error que pueden arruinar una sesión.


Cómo evitar que la suciedad entre dentro de la cámara

Si se utiliza una cámara con lentes intercambiables, la suciedad terminará entrando, pero hay métodos para que se ensucie lo menos posible: apagar la cámara para cambiar la lente; hacerlo en lugares sin polvo (si puede ser) o, si no, hacerlo lo más rápido posible; y tener la cámara preparada y boca abajo para cuando se ponga o se quite la lente.

Antes de poner la lente en la cámara, hay que revisar si tiene polvo y utilizar un soplador para quitarlo. Si separamos el cuerpo de la cámara y la lente para guardarlas, que sea siempre con las tapas puestas. 


Trucos:



Mi carrito